En esta obra se modificó la distribución de la zona central de la casa, donde están la cocina, el baño y el pasillo. Como las paredes que dan al comedor son de carga, era difícil abrir hacia allá la cocina, así que la abrimos al pasillo, ganando este nuevo espacio a la casa, que se ha convertido en el núcleo de actividad y relación social. La galería se integra así mejor al resto de la casa. La pintamos de un color verde muy bonito que, junto a la madera de pino de los detalles de mobiliario, da un matiz más fresco a esta nueva aportación de luz.

Mantuvimos en su misma posición la colección de láminas de Toulouse-Lautrec de la propietaria (las alcayatas no las tocamos), pero pusimos ese carril de focos a todo lo largo y una cornisa clásica ordenando el pasillo, similar a las de los techos originales, para dar este aire de galería de arte.